Enrear Para Actuar, EPA! (escrito así, con signo de admiración conminativo), es el nombre de una asociación de jóvenes rurales que aúna los objetivos y bagajes de sus cuatro entidades fundadoras, y que aspira a crecer con otros grupos que compartan sus planteamientos de trabajo: enfoque transversal ―abarcando lo agrario, cultural y social―, gestión colaborativa, y fisicidad en los proyectos en los que, dicho en jerga interna, se enrean (perfecta amalgama de ‘involucrarse’ y ‘generar red’). Un modo de ser y de hacer que está funcionando y que ellos quieren preservar, como un objetivo más.
Convencidos de que “el futuro del mundo rural se construye en comunidad”, y de que la única forma coherente de hacerlo es transversalmente a todos sus sectores, llevan tres años trabajando juntos para generar impactos reales en sus territorios y apenas tres meses como asociación formalmente constituida. Sin embargo, ni son unos recién llegados ni carecen de experiencia: EPA! integra ―de momento― a 21 entidades y proyectos con un sólido bagaje, especialmente el de sus cuatro grupos troncales: Proyecto Camminus, de Laciana (León), que trabaja con la identidad cultural como motor de desarrollo; El Cinorrio, en La Vera (Cáceres), que lo hace desde el patrimonio ligado al pastoreo; La Bardal, en Cabuérniga (Cantabria), con el activismo social sobre servicios y derechos; y A Regenerar, en el altiplano murciano-granadino, impulsores de la regeneración socioeconómica y la agroecología.
Plantaron la semilla desde sus redes sociales, en unos encuentros telemáticos y una primera quedada en Cantabria, donde ya esbozaban lo que querían ser. Pero EPA! arrancó de verdad en Villanueva de la Vera, en 2022, en su primer laboratorio ciudadano: “De repente, aparecemos allí 30 personas jóvenes de toda España que trabajamos en el rural ―explica Sara Álvarez, coordinadora de Camminus y presidenta de EPA!―, y estamos esa semana con personas de allí y 3 prototipos de proyectos”: una red de apoyo, un cineclub y la recuperación de las regueras naturales de Villanueva. Fue un primer encuentro ―narrado en su canal de YouTube― en el que ya se observan dos constantes: el enfoque transversal y la implicación de la población local. Además, añade Sara, “vimos que teníamos energías muy parecidas, que había funcionado de verdad. Y dijimos: vale, vamos a empezar a trabajar en equipo”.
Significativamente, sus primeras decisiones fueron “constituir una red informal de jóvenes rurales”, aún sin entidad jurídica, e ir avanzando de forma colaborativa, orgánica y natural, “enreando a otras personas”, añade Gabriel Molina, de A Regenerar, “dándonos cuenta de que no estábamos solos, que simplemente estamos muy desperdigaos”.
Construir y construirse en el camino
Ese enfoque colaborativo y esa forma orgánica de crecer ―y de definirse―, se refleja perfectamente en cómo han desarrollado los Encuentros en las Lindes, su proyecto (cofinanciado por Erasmus +) sobre cultura y relevo generacional en el sector ganadero. Primero contactaron con socios de EPA! que tuvieran relación con la ganadería y crearon un grupo motor. Luego lanzaron una convocatoria completamente abierta ―“a través del trabajazo que hace el grupo de comunicación”―, para formar el grupo base, en la que se sumaron “20 jóvenes vinculados al sector ganadero cultural” (ahora, ya, miembros de EPA!). Y en los sucesivos encuentros se ha ido ejecutando el proyecto: en Cantabria mapearon los problemas de la ganadería y el relevo; en Villablino (León) definieron objetivos y organización. Y en Villanueva de la Vera ―el último fin de semana de junio, coincidente con la fiesta de San Pedro―, trabajarán en cómo incidir desde la gestión cultural. “Más allá del proyecto ―remarca Sara― está saliendo toda una rama de trabajo de ganadería dentro de EPA!, con nuevos socios que son ganaderos y ellos mismos están decidiendo cómo se quieren organizar”. […]
Texto: Javier del Peral / Fotografía: EPA!