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Noticias

Entra en vigor la Ley de Prevención de las Pérdidas del Desperdicio Alimentario

Está publicada desde comienzos de abril la Ley de Prevención de las Pérdidas del Desperdicio Alimentario. La normativa, que culmina un proceso que arrancó en la anterior legislatura, tiene como objetivo frenar el desperdicio en toda la cadena alimentaria, desde los productores primarios hasta los consumidores finales, y reducir el coste ambiental y económico que este conlleva (solo en España, en 2023, se tiraron a la basura 1.183 millones de kg de alimentos sin consumir, casi 25 kg por persona).

La ley obliga a todos los agentes de la cadena alimentaria (excepto microempresas y pequeñas explotaciones agrarias) a tener un plan de prevención de las pérdidas y el desperdicio. Establece una jerarquía de usos que prioriza el consumo humano, ya sea transformando los desperdicios en origen en otros productos de la cadena o manteniendo acuerdos con organizaciones y bancos de alimentos para donarlos, y obliga a los establecimientos hosteleros a facilitar que los clientes puedan llevarse las sobras en envases reciclables. Cuando no sea posible, las pérdidas se destinarán a alimentación animal o subproductos para la industria. También se contempla su reciclado para obtener compost, biogás o combustible. Asimismo, recoge una serie de buenas prácticas, como incentivar la venta de productos imperfectos, de consumo preferente, de temporada y de proximidad. Y la divulgación para la planificación de los menús, compra sostenible, cocina de aprovechamiento o reciclaje. Las empresas que incumplan el plan podrán recibir desde sanciones leves (de hasta 2.000 euros) a graves (hasta 60.000) o muy graves (hasta 500.000).

Texto: María Gil

FADEMUR presenta un etiquetado para reconocer los beneficios ambientales y sociales de las productoras rurales

La Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR) lanzó el pasado marzo un proyecto de etiquetado que ayude a poner en valor las contribuciones ambientales y sociales de las emprendedoras rurales. La nueva etiqueta propuesta evalúa con hasta tres estrellas tres características del producto y la empresa: fijación de población, tejido social y biodiversidad. La primera reconoce su aportación a la creación de empleo local y oportunidades de desarrollo; la segunda premia las actividades arraigadas en la cooperación comunitaria y la transmisión de conocimientos; y la tercera valora si su producción es sostenible y el mantenimiento del paisaje.

La entidad ha realizado las primeras evaluaciones y ya ha entregado este sello a 30 iniciativas participantes. Las interesadas en solicitar la etiqueta pueden rellenar un formulario en la página web para que se evalúe su impacto social y ambiental en la zona en la que operan. La presidenta de FADEMUR, Teresa López, ha indicado que su objetivo es que, “a través de esta etiqueta, se conozcan de forma efectiva estos beneficios adicionales, para que, a la hora de adquirir un producto, la persona consumidora pueda tomar decisiones teniendo en cuenta unos factores que promuevan un consumo más consciente y responsable”.

Texto: María Gil

Abierta la III convocatoria de los Premios europeos de Inspiración Agraria y Rural

Aún está abierta la convocatoria de la EU CAP Network (Red Europea de la PAC) para participar en la III edición de los Premios de Inspiración Agraria y Rural (ARIA), unos galardones ideados para dar visibilidad a proyectos innovadores y sostenibles que favorezcan el desarrollo rural en sus territorios. El lema de esta edición 2025 es Modelando el mañana juntos.

Para inscribirse, los proyectos deberán rellenar la solicitud (en inglés o español) y enviarla al buzón redpac@mapa.es, o al de la antena territorial de su territorio. Una vez cerrado, la Red PAC española escogerá entre los proyectos inscritos a los ocho finalistas nacionales. Podrán presentarse aquellas iniciativas que hayan recibido ayudas del FEAGA o FEADER en el periodo 2014-2022 y estén finalizadas o lo bastante avanzadas para demostrar su impacto y replicabilidad. Y no se aceptarán proyectos nominados en otras ediciones ni en los premios de grupos operativos EIP-AGRI. Cada participante deberá escoger participar en solo una de las cuatro categorías: agricultura inteligente y competitiva, protección medioambiental, tejido socioeconómico rural y relevo generacional. El plazo está abierto hasta el 4 de julio.

Además de un ganador en cada categoría, se otorgará un premio por votación popular online y otro que reconocerá buenas prácticas en igualdad de género. En la edición de 2024, la explotación española La Junquera, nominada en la categoría de protección medioambiental, obtuvo una mención especial del jurado.

Texto: María Gil

Una startup asturiana diseña un depósito móvil para recogida de purines y lactosueros

Desde el pasado otoño hay una especie de contenedor de buque en una carretera interior del Parque Nacional de los Picos de Europa. Está en Tielve, dentro del asturiano concejo de Cabrales, y es, en realidad, el depósito de 14.000 litros que la empresa Agrolinera ha instalado para recoger purines y lactosueros de una decena de queserías y ganaderías asociadas a su proyecto. Cada una de estas empresas agrarias puede transportar sus residuos al contenedor y, una vez identificada, los descarga a través de la manguera disponible.

La instalación cuenta con un sistema que monitoriza y avisa de la recogida de los desechos para su posterior transporte con camiones a una planta de biogás de la zona, que es la pagadora de los residuos. De este modo, no solo se facilita a las pequeñas ganaderías la eliminación de un subproducto contaminante y costoso, sino que se agiliza y centraliza la recogida de estos residuos, que se aprovechan para generar economía circular.

Este proyecto, que han llamado Cabrales, es el primero de la startup Agrolinera. La empresa, fundada hace tres años por Verónica Menéndez y Juan Gutiérrez, resultó ganadora del premio a la sostenibilidad en los Rural Startup Awards, de la Asociación Española de Startups; y está demostrado su viabilidad tras haber facturado 50.000 euros en 2024, una cifra que esperan multiplicar por 10 en este año.

Texto: Daniel Parra

Bosques laboratorio para proteger a pinares de los riesgos de plagas y el cambio climático

El proyecto Planforlab va a desarrollar una iniciativa pionera para el sector forestal en España. Apoyado por el Ministerio de Agricultura, diferentes organizaciones autonómicas, centros de investigación y universidades ―y cofinanciado con fondos FEADER―, cada uno de los diferentes bosques laboratorio ocupará 30 hectáreas divididas en varias parcelas de ensayo. ¿Su objetivo?: estudiar posibles mejoras en la resiliencia de las masas de coníferas ante los crecientes problemas que sufren por ataques de plagas y los efectos del cambio climático. Para ello van a implementar técnicas de detección temprana de plagas y a monitorizar variables ambientales. La iniciativa, además, contempla la regeneración de los bosques dañados a través de la plantación de distintas especies de Pinus (pinaster, radiata y sylvestris) obtenidos en ensayos de mejora genética.

El Bierzo (León), Ponteareas (Pontevedra) y Albiztur (Gipuzkoa) son los primeros territorios en los que se llevará a cabo la investigación. Se prevé un impacto muy positivo en la economía forestal de esas zonas, que se ha visto perjudicada en los últimos años por gusanos parasitarios, enfermedades fúngicas o incendios, que han provocado pérdidas en la producción maderera. Además, la reforestación puede suponer una fuente de empleo para estas zonas.

Texto: Daniel Parra

El IATA convierte el salvado de arroz en un recurso biotecnológico

El Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado un estudio que muestra cómo el salvado del arroz ―la capa exterior, eliminada durante el proceso de obtención del grano para consumo humano― puede producir enzimas aplicables en procesos de industrias alimentarias, farmacéuticas o energéticas. Con este destino se aprovecharía un residuo muy abundante ―el arroz es el segundo cereal más cultivado del mundo― para darle un uso más allá del habitual: la alimentación animal. A partir del crecimiento controlado de moho en el salvado del arroz es posible obtener enzimas aprovechables, mediante biotecnología, en procesos como la obtención de biocombustibles, productos lácteos, mejora de zumos y piensos animales; o para su aprovechamiento en la industria panadera. El estudio ha identificado, además, proteínas antifúngicas, para su potencial uso en bioplaguicidas en agricultura y medicina.

El hallazgo no solo aporta un valor económico añadido a un residuo, sino también sostenibilidad, ya que permite agilizar procesos industriales que requerirían de mucho más tiempo, haciendo que sean más eficientes y menos contaminantes. “Los resultados refuerzan el papel de los hongos como herramientas biotecnológicas clave en la transición hacia una bioeconomía circular”, explica desde su web el grupo de investigación, que ha desarrollado este trabajo (publicado en la revista Journal of Fungi) en el marco del proyecto BioValRice, con el apoyo de la Generalitat Valenciana y la Unión Europea.

Texto: Daniel Parra