“En el mundo rural también se pueden hacer las cosas con profesionalidad y categoría”. Un ejemplo es el Museo de Dibujo Julio Gavín “Castillo de Larrés” (MUDDI), y quien así habla es Pilara Piedrafita, presidenta de Amigos de Serrablo, la asociación cultural de Sabiñánigo (Huesca) que lleva cuatro décadas a cargo del museo. Pero la labor de este grupo se remonta a más atrás (se constituyó en 1971), y a más iniciativas de recuperación del patrimonio: en sus primeros 15 años de trayectoria ya habían logrado restaurar 19 iglesias mozárabes y prerrománicas de la comarca ―contribuyendo, a veces, con sus propias manos y recursos― y poner en marcha el museo etnológico Ángel Orensanz y Artes de Serrablo. Este bagaje les llevó a recibir en el 85 la Medalla de Oro de las Bellas Artes y fue clave en la recuperación y reconversión museística del castillo de la aldea de Larrés.
Ubicado a cuatro kilómetros de Sabiñánigo, este pequeño castillo del siglo XV había caído en el abandono, y la asociación ―con su entonces presidente Julio Gavín a la cabeza― se propuso recuperarlo. Tras lograr su donación en 1983 (por el simbólico precio de una peseta), Gavín, que era muy buen dibujante, propuso convertirlo en el primer museo de dibujo de España. Una vez restaurado, con apoyo de los gobiernos de Aragón y central, el castillo abre sus puertas en 1986 con unas 300 obras en exposición, “muchas de ellas”, señala Pilara, fruto de “la generosidad de los artistas” y del respaldo que supuso la Medalla de las Bellas Artes: “Fue la excusa para que cuando Julio llamaba a la puerta no pudieran decir «Este es un loco, o un aragonés tozudo» ”.
Hoy, el MUDDI es el único museo dedicado al dibujo español contemporáneo y cuenta con una colección de casi 5.000 obras, que abarcan ilustración, dibujos figurativos, abstracción, comic o humor gráfico; y artistas de máximo prestigio (en sus paredes están representados nombres como Zuloaga, Dalí, Mingote o Ibáñez). La gestión es 100 % responsabilidad de la asociación, y la financiación está participada por las cuotas de los socios y socias de Amigos de Serrablo, y la original contribución que supone el apadrinamiento de dibujos: “Se hace todo con alguna ayuda puntual de las administraciones y de alguna empresa, pero sobre todo con la generosidad”, explica la presidenta de la asociación. “Además ―continúa― no somos un centro, somos un museo; y un museo tiene que difundir, investigar y, por supuesto, hacer exposiciones temporales”. Este enfoque, más la calidad y volumen del fondo, permiten rotar la colección (en sus 17 salas caben cerca de 400 obras), hacer préstamos a otros museos, y organizar dos o tres temporales cada año, como la actual EllasxEllas, en la que están exponiendo obras de 23 artistas españolas.
Fotografías y proyecto de Amigos de Serrablo / Texto: Daniel Parra
