Reportaje
Segar como siempre, conservar para siempre
Prácticas de siega sostenible e islas de biodiversidad
Siega sostenible: segar prados como antaño, respetando ciclos de fauna y flora, sin menoscabo de la rentabilidad ganadera, o mejorándola; y manteniendo un medio rural vivo y campos menos propicios para los incendios. Si a ello le añadimos las islas de biodiversidad, tenemos dos prácticas de ecorregímenes con ayudas de la PAC que permiten conjugar la producción con la conservación en pastos húmedos y mediterráneos. Sobre la primera: “me parece bien porque dejas descansar la tierra”, dice una ganadera que la lleva a cabo. Sobre la segunda: “es superpositiva, pero necesita más pedagogía porque los resultados no se ven a corto plazo”, comenta otra que la está aplicando.
Tras el aciago mes de agosto en cuanto a incendios forestales, reconforta ver cómo en algunos territorios la aplicación de determinadas prácticas agrícolas y ganaderas, especialmente asociadas al pastoreo extensivo, impiden que el fuego se propague más de lo debido, gracias a que propician campos cuidados y diversos en vegetación natural, pastos y cultivos.
Las prácticas de establecimiento de islas de biodiversidad ―que deja sin ninguna actividad agraria estas áreas dentro de los pastos, entre enero y agosto― y de siega sostenible ―realizada sobre pastos en verano para alimentar el ganado en invierno― se integran en uno de los grupos de ecorregímenes marcados dentro de la Política Agrícola Común (PAC 2023-2027): “pastoreo extensivo, siega y biodiversidad”. Son excluyentes, no se pueden llevar las dos prácticas en la misma explotación, pero son compatibles con otras del resto de ecorregímenes, como la rotación de cultivos con especies mejorantes.
“Las islas de biodiversidad las combino con rotación de cultivos de cereal de secano en 150 hectáreas en varios pueblos de Teruel: trigo, cebada, a veces colza y esparceta. Y no solo por el beneficio personal que tienes como ecorrégimen dentro de la PAC, sino por el beneficio para el suelo, para tu explotación, tu tierra”. Ester Rubio es una joven turolense de Monreal del Campo, ganadera de porcino en extensivo en cuyos pastos, y también cultivos, mantiene islas de biodiversidad.
Dichas islas, que, como explica Rubio, “pueden ser una zona de la finca sin aprovechar, una balsa de agua, una zona con arbolado o un orillado de un río”, son espacios sin segar que al menos deben representar el 7 % del conjunto de la superficie de pastos permanentes y pastos temporales. No tiene por qué ser el mismo espacio cada año que se solicite el ecorrégimen. Tampoco este es intocable: sin emplear herbicidas, se pueden realizar aprovechamientos agrícolas en ellas desde el 1 de septiembre al 31 de diciembre, principalmente para respetar el ciclo de vida de los lepidópteros y otros polinizadores. […]
Texto: Javier Rico / Imagen: Manolo Guijarro