El proyecto Inteligencia artificial para la reducción del impacto ambiental de la ganadería extensiva (AIREGAN) tiene como objetivo desarrollar algoritmos que permitan estimar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generadas por el ganado en extensivo y el secuestro de carbono en los pastizales. Su intención final es ayudar a perfeccionar modelos de pastoreo que faciliten la producción de ganado y, a la vez, logren una mayor fijación de carbono en el suelo.
La ganadería es habitualmente señalada por ser una fuente de gases de efecto invernadero (GEI). Encontrar modelos de producción agrícola y ganadera más responsables ambientalmente y más sostenibles económicamente es uno de los grandes retos a los que se enfrenta el sector primario. Las políticas ambientales y agrícolas europeas van en esta dirección: los ecorregímenes de la última reforma de la Política Agraria Común (PAC) buscan fomentar una agricultura baja en carbono —que reduzca las emisiones de GEI y permita aumentar el carbono retenido en los suelos—, además de una agroecología que favorezca paisajes resilientes, garantice la calidad de los recursos naturales y conserve la biodiversidad.
Pero, realmente, ¿cómo contribuye el manejo extensivo del ganado a la fijación de carbono?, y ¿qué peso tienen las distintas variables que intervienen? (como la especie y raza, la carga ganadera, el tiempo de pastoreo o las zonas donde el ganado pasta).
Pastoreo con Inteligencia Artificial y análisis multivariante
La empresa Digitanimal ―especializada en la digitalización ganadera y la utilización de collares con sensores que permiten conocer la ubicación de los animales en cada momento―, la Universidad de Córdoba (UCO) y la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) han liderado este proyecto financiado por Red.es, organismo del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, a través de la convocatoria 2021.
“En UPA estaban convencidos, por su experiencia, de que un manejo racional del pasto fija más carbono”, comenta Carlos Callejero, CEO de Digitanimal. “Sabíamos que había algunas evidencias científicas por trabajos realizados en otros países, pero no en nuestro territorio”. Así que se pusieron manos a la obra junto con investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO): “Nos encargamos de aportar el conocimiento científico de base sobre el ciclo del carbono; es decir, sobre las fuentes emisoras, los sumideros, y cómo ambas se relacionan con la gestión del pastoreo”, explica Francisco Maroto Molina, del Departamento de Producción Animal. [...]
Texto: Ismael Muñoz / Fotografía: Digitanimal