Son jóvenes de Andalucía, pero su reclamada necesidad de lograr una comunicación más efectiva con las administraciones quizá sea un anhelo compartido por los de otras regiones. Rebelándose ―y revelándose― en este marco, donde las estrategias se hacen casi siempre de arriba abajo, su asociación, Rurales en Red, quiere ser un “altavoz bidireccional” entre ambas partes y ayudar a los jóvenes andaluces a ser un eje de la maquinaria que toma las decisiones. Para ello, fomentan su acción en áreas rurales, y participan en proyectos y encuentros donde surgen ideas y oportunidades “de jóvenes para jóvenes”.
Los primeros integrantes de Rurales en Red se conocieron a través la Red de Jóvenes Andaluces Ahora Qué?, un proyecto de investigación y dinamización de la juventud rural, impulsado por la consultora de investigación social Taraceas y la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural de la Junta, que ya tenía la vocación de ser un elemento de trasmisión y conexión con otros colectivos y asociaciones del rural andaluz.
Dos años más tarde, muchos de estos jóvenes formaron Rurales en Red. Entre ellos está su actual presidenta, Rocío M. de Viguera, natural de Vilches (Jaén): “Nuestro objetivo es llegar a jóvenes rurales como nosotros, que tienen ganas de hacer cosas en sus territorios, pero dicen «¡madre mía, no sé por dónde empezar!». Pues nosotros somos ese grupo de jóvenes que respaldamos que esa idea o esa actividad que tienen en mente la puedan hacer. Y, por otro lado, somos el nexo de unión entre los jóvenes y las administraciones: canalizamos y garantizamos que la información llegue, a través de nuestra comunidad de jóvenes rurales de toda Andalucía”.
Marta P. Fernández, malagueña de Casabermeja, y Raquel Latorre, almeriense de Abrucena, son, en cambio, casi recién llegadas a la asociación. Las tres relatan cómo trabajan en una comunidad muy horizontal y sus canales comunicativos: “Somos en torno a 90 jóvenes de toda Andalucía”, empieza Rocío, “y a través del grupo de whatsapp cualquier joven de cualquier pueblo que tenga una actividad ―un taller, una inquietud, se entere de una oferta de empleo… lo que sea, vinculado con juventud rural― lo puede hacer llegar por ahí”. Marta pone un ejemplo: “Hemos estado presentes en el European Rural Youth Camp, un encuentro de jóvenes rurales europeos que tuvo lugar en Cazorla el pasado abril, y me enteré por ese canal”. `...
Además, disponen de la cuenta de Instagram y el correo de la Asociación, al que llegan muchas iniciativas de diferentes lugares, y ellos les dan difusión o apoyo ―como, por ejemplo, “solicitar una subvención, o pedir que su Ayuntamiento firme un convenio con nosotros para que les cedan un espacio”―. Y, en una comunicación más directa, están los talleres y eventos que organizan o en que participan, que tienen, añade Rocío, “esa parte lúdica de los encuentros: gente de diferentes partes pasándoselo bien es un foco de atracción que suma gente a la asociación”. […]
Texto: Javier del Peral / Fotografía: @Joseludelatorre