Marta Verdés se incorporó a la agricultura en 2006, cuando decidió dejar su trabajo de educadora social y tomar las riendas de la explotación familiar ubicada en Almenar (Lérida). Allí gestiona 70 hectáreas de frutales de hueso, en una zona donde las heladas y los pedriscos son habituales. A las puertas de una nueva campaña, todavía recuerda los graves siniestros de 2021 y 2022, y sus importantes pérdidas: “Suerte que tenemos los seguros agrarios, por lo menos no nos quedamos a cero. Es una manera de poder hacer la empresa sostenible”.
Según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, “especialmente en ecología y en economía”, sostenible es “aquello que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente”. Por lo tanto, al hablar de una empresa agraria, esta sería sostenible si puede perdurar en el tiempo con buena salud económica y, según la fruticultora Marta Verdés, a ello ayudan los seguros agrarios. “Son como un colchón”, apostilla.
Hace 18 años que Verdés decidió tomar el relevo en la explotación familiar que dirigía su padre y ponerse al frente de sus 70 hectáreas de frutales de hueso: nectarinas, paraguayos y platerinas. Sin conocimientos previos, pero con el asesoramiento continuo de su predecesor, comenzó a gestionar una empresa agraria que cuenta durante todo el año con unos diez trabajadores en plantilla, una cantidad que, en época de cosecha, con los temporales. puede aumentar hasta 35 trabajadores (o incluso alguno más en años de mucha producción), según campañas.
El verano es la época fuerte de la recolección de sus frutas y de su comercialización, que realiza a través de una organización de productores de frutas y hortalizas (OPFH), y de centrales de compra. “Toda la producción va al mercado internacional”, señala la agricultora. […]
Texto: Plumed Lucas