La creación de negocios o de empresas, o los planes de mejora de una actividad laboral ya iniciada, precisan de una idea y un programa de trabajo, de análisis sobre la viabilidad y todo lo necesario para su implementación y de… ¡recursos!: humanos y financieros. Siempre es así y el medio rural no es una excepción.
Sin embargo, cuántas veces no hemos leído u oído a emprendedores rurales lamentarse de las dificultades económicas por las que pasaron al poner en marcha su explotación agraria, su negocio o su empresa. Y cuántas veces muy buenas ideas que eran viables, y estaban apoyadas en una sólida determinación, no han visto la luz por la imposibilidad de acceder al recurso financiero necesario. Es un elemento determinante y se ve a menudo en muchas buenas prácticas y proyectos agrarios y rurales: la herencia de unas tierras, de una nave o de un local fue el elemento diferencial para poder empezar.
Afortunadamente, en los últimos años han surgido instrumentos y plataformas que, desde las administraciones y otras entidades, tratan de facilitar el acceso a estos recursos, para que cualquier emprendedor rural (o cualquier empresa agroalimentaria) pueda desarrollar su proyecto laboral y vital (o su idea innovadora) en igualdad de oportunidades.
Comprometidos con la necesidad de esos apoyos, Savia Rural trae en este número especial sobre financiación agraria varios artículos que abordan esta cuestión clave. Pablo Pombo, presidente de la Sociedad Española de Caución Agraria (SAECA), nos explica en la Entrevista de apertura cómo trabaja su entidad para facilitar el acceso a la financiación, dando garantía en la concesión de préstamos. Y en nuestros dos artículos más extensos, Reportaje e Innovación, abordamos ―a través de varios ejemplos de beneficiarios reales― dos mecanismos para facilitar financiación a las explotaciones y a proyectos agroalimentarios innovadores (ambos amparados por el Ministerio de Agricultura). Son el Instrumento Financiero de Gestión Centralizada (IFGC), al que ya se han adscrito diez comunidades autónomas −lo comentamos también en Noticias− y AgroInnpulso, la línea de la Empresa Nacional de Innovación (ENISA) para financiar empresas con proyectos, de cualquier eslabón de la cadena agroalimentaria.
Mostramos otros ejemplos de apoyo financiero o salvaguarda económica, como los de la clínica veterinaria de Leticia González en Nosotras Contamos, que reconoce la contribución a su negocio de dos grupos de acción local de Tierra de Campos; o los proyectos de recuperación o aprovechamiento del patrimonio histórico y natural de La Rioja en Territorio Leader; o el fundamental papel de los seguros agrarios en la finca frutícola de Marta Verdés (Explotaciones Sostenibles). Contamos en Asociados los frutos de tres décadas de trabajo en la dinamización rural de COCEDER y celebramos la capacidad de permanencia ―a pesar de todas las dificultades económicas― del proyecto cultural Pueblos en Arte, en nuestra sección En Imágenes.