La relación entre despoblación y comunicación ha cobrado importancia en los últimos años. Desde la Facultad de Comunicación de la Universidad de Castilla-La Mancha, en Cuenca, defendemos que el modo en que se comunica la despoblación es crucial para entenderla y abordarla. El diálogo entre estos dos conceptos ha mostrado cómo los medios han influido en la percepción y el tratamiento de este fenómeno como un problema público relevante.
Hace algún tiempo, usar el binomio despoblación y comunicación resultaba bastante extraño. Se creía que explicar lo que sucede en los territorios despoblados era labor principalmente de los geógrafos. En apariencia, estos conceptos pertenecen a ámbitos de conocimiento distintos y nos hablan de procesos sociales con poca o ninguna relación. Cuando desde una facultad de Comunicación situada en Cuenca, una de las provincias con mayores problemas de despoblación, nos embarcamos en la investigación de los vínculos entre estas dos cuestiones, encontramos cierto escepticismo: ¿Cómo pueden explicar los estudios de comunicación un fenómeno relacionado con dinámicas migratorias, con condicionantes geográficos del territorio y con tendencias globales de envejecimiento y baja natalidad? Constituía un desafío y nos abría un horizonte en el que las aportaciones podían sembrar cierta novedad.
“En lugares pequeños, tener un medio local tiene un importante papel integrador, ya que puede activar la participación ciudadana y fomentar el sentimiento de pertenencia”
En los últimos cinco años hemos abierto este espacio de diálogo indagando desde diversas ópticas, convencidas de que las formas de comunicar este problema y el rol de los medios en estos territorios eran factores importantes para entender la despoblación.
Uno de los primeros pasos fue estudiar qué lugar ha ocupado la despoblación en la agenda mediática. En este sentido, los estudios cuantitativos sobre noticias marcan claramente dos hitos: uno es el año 2017, a partir de la publicación del ensayo La España vacía, de Sergio del Molino, que logró catalizar un sentir latente en buena parte de la población española que o bien habitaba estos territorios, o bien había emigrado de ellos en el pasado. [...]
Texto: Belén Galletero Campos y Vanesa Saiz Echezarreta, profesoras de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Castilla-La Mancha, en Cuenca