Coronada por su espectacular castillo roquero, con el Ebro a sus pies y las sierras de Álava en el horizonte, la medieval Frías (Burgos, 284 habitantes) lleva una década sumando a su encanto monumental una inyección extra de vitalidad: el festival What Is Music, el WIM. Cada año, diez días de julio, se copa de talleres, cursos y conciertos, de convivencia y disfrute. Sin duda, es un festival diferente: por su duración y por su parte formativa, sí, pero también por su compromiso musical y social con el territorio. Un equipo de jóvenes de la asociación Movimiento por la Cultura Libre marcan su rumbo.
Son las ocho de la mañana del lunes 22 de julio, en Frías (Burgos). Ya han pasado los primeros tres días del What Is Music 2024, pero no se ven las habituales escenas de devastación alfombrada de vasos de plástico. La ciudad luce su belleza intacta, los vencejos surcan el cielo veraniego de sus chillidos, y algunos organizadores y voluntarios ya atienden necesidades de la cuarta jornada del festival.
De momento, acaba de empezar la habitual sesión de yoga en la carpa grande, y los diferentes cursos formativos sobre música o danza (12 posibles este año) irán ocupando su espacio y su tiempo en la mañana. Luego, por la tarde, habrá en la Haima un taller sobre Creación de canciones (hoy impartido por Bewis de la Rosa) y una muestra de los talleres del festival en la plaza del pueblo. Luego, la noche y el escenario Chill serán el marco de un concierto de Lucía Pulido Ensemble, y de una jam session, dirigida por alguno de los artistas contratados.
Y así, cada día. Hasta el domingo 28. La entrada completa estándar incluye un taller, un curso, los conciertos de pago ―los hay gratuitos, como el de hoy―y los desayunos: 385 euros. Aunque no todo el mundo se acoge a esta opción: muchos vienen solo unos días, a empaparse y disfrutar del ambiente de interculturalidad, “amor y música” (tal como se cierran algunos post de su instagram). La capacidad hotelera de la zona se ve reforzada por una buena extensión para acampada libre, con duchas.
Un festival inclusivo
“A otros festivales se va, principalmente, a consumir cultura. En el WIM la gente asiste durante diez días a un espacio de convivencia, y experimenta, ¡y genera!, esos espacios y actividades culturales; aparte de poder disfrutar de muchísimos conciertos, charlas, etcétera. Es participativo y muy inclusivo”. Son las primeras palabras de Javier Lanillo, uno de sus fundadores desde la asociación Movimiento por la Cultura Libre, quien destaca la componente integradora y colaborativa: “Desde el primer año tenemos unas becas para que de 10 a 15 personas de colectivos sin posibilidades puedan venir a disfrutar la experiencia”. [...]
Texto: Javier del Peral / Fotografía PDFs: © Franca Giménez Tocco / Fotografía web: Petter Zenrod