La última y flamante Goya de Honor, Aitana Sánchez-Gijón, acaba de estrenar como actriz protagonista Tierra Baja, película de Miguel Santesmases. Está ambientada entre pueblos y paisajes del Bajo Aragón, y es la última en llegar al cada vez más nutrido y cualificado grupo de filmes con contenido y/o continente rural. Corroboran este auge numerosos festivales con esta temática, siete ediciones del Ciclo Nacional de Cine y Mujeres Rurales y premios internacionales para películas como O que arde, Alcarrás, As Bestas o 20.000 especies de abejas. Curiosamente, todo empezó con otra Tierra Baja.
Posiblemente, Tierra Baja fue la primera película rodada en España con contenido eminentemente rural. Basada en una obra teatral de Ángel Guimerá, la adaptó al cine en 1907 todo un pionero en nuestro país, Fructuós Gelabert, autor de la que es considerada primera película española, Riña en un café, de 1897. Casi 120 años después de aquella Tierra Baja, se estrena otro filme con el mismo título, este de Miguel Santesmases.
La obra de Guimerá tiene todos los ingredientes de la época en torno al mundo rural: dureza y rudeza del campo, caciquismo, venganza… y amor. La de Santesmases, con Aitana Sánchez-Gijón y Pere Arquillué como principales protagonistas, también cuenta con el amor, pero sobre todo con la importancia del recuerdo. ¿Con ese argumento se podría haber filmado en cualquier otro sitio no necesariamente rural? Es posible, pero aquí radica una de las razones del actual auge del cine con contenido o ambientación rural: la normalización de estos espacios como lugares donde desarrollar dramas, comedias, terror, suspense o intriga. Y además, en todo tipo de formatos: largometrajes, cortometrajes o documentales.
Como cuentan desde la productora Zavijava Films, asentada en Belmonte de San José, el pueblo que nuclea la actual Tierra Baja: “Nuestra idea es que este entorno del Bajo Aragón, con todos estos pueblos desperdigados, de apenas 70 habitantes, y esos campos de labor, de olivos y almendros, es un espacio excepcionalmente adecuado para una historia de amor como la que contamos, sobre la importancia de la memoria y la amenaza del olvido”. [...]
Texto: Javier Rico