Pasear entre esculturas en este hermoso enclave malagueño de la Sierra de Ronda se ha hecho algo tan natural que ya casi no es posible pensar en uno sin las otras. Sin embargo, solo unos años distan de un Genalguacil sin arte contemporáneo y con una pérdida de población cercana al 20 % anual. Hoy, desde hace ya siete años, esa tendencia se ha revertido.
Como a menudo ocurre con grandes proyectos rurales, sus comienzos fueron pequeños. Empezaron con unos Talleres Artísticos Valle del Genal (1994), muy volcados en el arte popular, que tres años más tarde desembocaron en los vigentes Encuentros en Arte, en los que artistas seleccionados por la organización conviven dos semanas en Genalguacil para crear, exponer ―y dejar― su obra. Los años posteriores alumbrarían su Museo de Arte Contemporáneo Fernando Centeno (2004) y programas como la semana de Arte Vivo (desde 2011), en la que los creadores son invitados a presentar, en las calles y el museo, obras que parten de cuestiones cercanas al propio Genalguacil pero que trascienden, a un tiempo, lo local. De esta forma, y poco a poco, el municipio ha incorporado a su patrimonio y trama urbana las obras de más de un centenar de pintores, escultores, fotógrafos o ceramistas que le confieren su actual carácter de Pueblo Museo.
2011, un punto de inflexión
"Cuando miro atrás me parece que han pasado casi tres vidas en estos años", afirma Miguel Ángel Herrera, su alcalde desde 2011, quien explica algunas claves para hacer de aquel año el primer gran punto de inflexión del proyecto: "Creamos un programa de investigación artística y exposiciones de producción propia, donde se tenía en cuenta el territorio". También “era muy importante ―añade― que esos proyectos generaran economía circular dentro del municipio, contando con los artesanos locales y vecinos”. A ello se sumó la profesionalización del jurado en los Encuentros ―”antes de 2011 era todo muy amateur”―, y la mejora de las condiciones para los artistas invitados, incluyendo, entre otras medidas, la posibilidad de conciliar.
Otros cambios vinieron acompañados de nuevos colaboradores. Como el artista sevillano Arturo Comas, que llegó como un participante más en la edición de 2015 de Arte Vivo y ahora vive a caballo entre Sevilla y Genalguacil como coordinador de los Encuentros en Arte. Arturo destaca la satisfacción del artista participante ante “el compromiso, el trato y la trascendencia” que obtiene en su residencia, y el surgimiento “muy orgánico y natural” de nuevas actuaciones como, p. ej., los Encuentros Cerámicos. O Lumen: un proyecto más deslocalizado en el calendario que los bianuales Arte Vivo o Encuentros en Arte y que tiene a la luz como elemento central de sus obras.
Laboratorio de innovación rural
Los fondos acumulados, su programación de exposiciones, el préstamo de piezas con otros museos… le han dado proyección internacional y han convertido al Pueblo Museo en una “máquina de generar recursos”, como la define Miguel Ángel. De hecho, esperan recibir 100.000 visitantes este año, y acaban de estar en ARCO 2025 (llevan acudiendo desde el 2021).
Pero ni fue ni sigue siendo fácil. El alcalde reprocha sin ambages la falta de visión y apoyo de las administraciones, y clama contra la centralización: “¿Por qué las diputaciones tienen que estar en las capitales de las provincias y no estar en el territorio? ¿Por qué Europa tiene que estar en Bruselas? De verdad, todo ha evolucionado menos las instituciones”.
Respaldados por su bagaje, han creado un Laboratorio de Innovación rural para analizar “cómo el arte y la cultura tienen la capacidad de transformar territorios”. Con él están participando en el Pacesetters Real World LAB, una iniciativa del programa Horizon Europe encabezada por la prestigiosa Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU), con la que están tratando problemáticas sobre el despoblamiento rural ―”el gran problema que tenemos ahora mismo en toda Europa y en el mundo”― y sobre nuevos modelos educativos, cooperativos y de emprendimiento.
Trabajar con gente de la Universidad de Cambridge, Galway (Irlanda), la Escuela de Arte de Glasgow, la Fraunhofer alemana… les ha hecho “darse cuenta ―explica Miguel Ángel― de que la problemática de Genalguacil, de cualquier pequeño pueblo de España, es, en un porcentaje bastante alto, la misma que en Galway, que en Suecia…”. Entonces ―concluye― “vamos a empezar a trabajar en problemáticas comunes, ¿no?”. Porque “también desde aquí queremos hablar sobre cómo las instituciones tienen que avanzar”.
Fotografías y proyecto de Genalguacil Pueblo Museo / Texto: Javier del Peral