España es el país con mayor superficie de viñedo en el mundo, el tercero en producción de vino y uno de los cinco principales exportadores. Además, ha sabido adaptarse al desarrollo de nuevas tecnologías aplicadas a su industria, aunque lo ha hecho de una forma poco estructurada, invirtiendo recursos en factores de emprendimiento e innovación, pero de manera poco optimizada. Para revertir esta situación, en 2010 nació la asociación Plataforma Tecnológica del Vino (PTV), como un punto de encuentro para todos los agentes que participan en actividades de investigación, desarrollo tecnológico e innovación dentro del sector.
La actividad científico-técnica de la asociación se articula mediante la Comisión Técnica, formada por un grupo de expertos de máximo nivel, procedentes del ámbito empresarial y científico del sector del vino, y se estructura en seis áreas de interés, que abarcan toda la cadena de valor del vino: viticultura, proceso (enología), producto, sostenibilidad y cambio climático, salud y economía vitivinícola. Su objetivo principal es identificar las necesidades del sector, en lo que a innovación se refiere, y recogerlas en la denominada Agenda Estratégica de Innovación del Vino (AEI). Esta agenda indica la hoja de ruta del sector en este ámbito y es, por tanto, un documento vivo y en constante actualización.
Tras la definición de la Agenda Estratégica de Innovación del Vino (AEI), como ruta estratégica para el sector, la PTV centra sus esfuerzos en promover proyectos de I+D+i alineados con sus objetivos y prioridades. Así, ofrece apoyo a sus más de 190 socios en la dinamización de proyectos, mediante la búsqueda de partners y herramientas de financiación, soporte en actividades relacionadas con la comunicación de la innovación y la interlocución con las Administraciones Públicas.
Además, la propia PTV participa de manera directa en proyectos de I+D+i sectoriales, como el proyecto GOVALMAVIN, una iniciativa titulada “Valorización de materiales tradicionales para vinificación de vinos de calidad”, que finalizó el pasado agosto, tras dos años de trabajo. El proyecto ha contado con la financiación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la cofinanciación de la Asociación Europea para la Innovación en Materia de Productividad y Sostenibilidad Agrícola (AEI-AGRI).
El consorcio, liderado por la PTV, ha estado formado por Celler del Roure, Bodegas PRADOREY, el Centro Tecnológico del Vino, Alfatec Ingeniería y Consultoría, la Universidad Miguel Hernández, la Asociación de Investigación de las Industrias Cerámicas y la bodega Ad Libitum. Juntos han logrado optimizar las propiedades físicas y mecánicas de las tinajas de barro para la elaboración y crianza de vinos de calidad.