Patrimonio, historia y espectaculares paisajes. Esos son algunos de los grandes atractivos que ofrece el Camino Olvidado, una antigua ruta jacobea que comienza en Bilbao y culmina en Villafranca del Bierzo (León), y que hoy hace menos honor a su nombre gracias a un proyecto de cooperación en el que han participado cinco grupos de acción local (GAL) de Castilla y León. Su trabajo ha conseguido que esta ruta haya sido rescatada del olvido al ser reconocida recientemente como camino histórico por la Comisión de los Caminos a Santiago por Castilla y León.
Partiendo de la catedral de Santa María, en Bilbao, y con más de 600 kilómetros, este camino discurre por cinco provincias de tres comunidades autónomas: País Vasco, Cantabria y Castilla y León, hasta unirse con el Camino Francés en Villafranca del Bierzo (León). Era una ruta complicada pero segura, considerada como una de las más antiguas que se conocen, que vivió su apogeo entre los siglos IX y XII y acabó cediendo el protagonismo al Camino Francés tras la reconquista.
En 2015, los grupos de acción local CEDER Merindades, ACD Montaña Palentina, GAL Montaña de Riaño, Asociación Cuatro Valles y Asodebi se unieron en un proyecto de cooperación para devolverle su esplendor; una iniciativa en la que han participado junto con distintas entidades, ayuntamientos, asociaciones de amigos del camino e incluso particulares.
Bosques de serbales, robles y tejos jalonan el camino a Fasgar, en el idílico paraje del Campo de Santiago (León).
Poco después de Aguilar de Campoo (Palencia), se llega a la necrópolis medieval de Corvio, esculpida en roca viva (Foto: Federico Romero).