“Las mujeres son las grandes emprendedoras del medio rural”


Guadalupe becares

04 de Agosto de 2020
Mujeres

04/08/2020. Guadalupe Bécares es periodista y apasionada de las redes sociales y de la actualidad. Según ella “no se separa de los trending topics” y se define como una “buscaruidos”. Le interesan especialmente los temas sociales, medioambientales y culturales.


  • Guadalupe Bécares es la autora del artículo “La España vacía (pero viva)” 
  • Guadalupe habla con la Red Rural Nacional sobre sobre despoblación y sobre la dinamización del medio rural para revertir esta tendencia

Son precisamente las temáticas sociales y medioambientales las que le han llevado a embarcarse este verano en la profundización de aspectos básicos rurales en un artículo para la revista “Circle”. “La España vacía (pero viva)” habla sobre sobre despoblación y sobre aquellas dinámicas sociales y económicas que se pueden poner en marcha para equilibrar los flujos entre los núcleos rurales y urbanos

RRN: En el artículo apelas a la alianza entre lo rural y lo medioambiental para la creación de empleo verde y citas el exitoso caso de Agroberry. ¿Conoces más casos de éxito de emprendimiento rural parecidos al de Nuria Álvarez?

Guadalupe Bécares: Desde hace unos años el empleo verde va calando en muchas zonas rurales. El mundo rural tiene una gran diversidad natural que cuidar y que puede ser un gran vector de oportunidad para crear empleos relacionados con la agricultura ecológica, el turismo natural y sostenible, los recursos forestales… Y también un enorme patrimonio cultural material e inmaterial que hay que proteger. El proyecto de Agroberry de Nuria Álvarez está liderado por una mujer. Precisamente, las mujeres son las grandes emprendedoras del mundo rural. También lo está Apadrina un Olivo, que nació como un proyecto virtual para salvar un olivar en Oliete (Teruel) y que creo que es digno de mención, sobre todo por cómo sus impulsores han logrado abrir el negocio a la producción de aceite y cosmética ecológica. Es interesante hablar del Centro Temático del Lobo de Robledo de Sanabria (Zamora). En él se puede observar a una especie protegida como el lobo en su hábitat natural, mientras se crea un espacio de conservación y educación ambiental y, de paso, se convierte el centro en un dinamizador turístico de una zona con unos recursos naturales increíbles, como es la Sierra de la Culebra.

RRN: ¿Piensas que el confinamiento y pandemia están cultivando una nueva mirada al mundo rural? ¿Ha aumentado el deseo de volver al pueblo?

GB: Aunque dudo que hordas de personas vayan a volver al pueblo –entre otras cosas, por la falta de medios o recursos para hacerlo–, creo que sí ha habido o puede haber un cierto cambio. Durante los momentos más duros del confinamiento, una de las primeras cuestiones que salió a la luz fue nuestra forma de vida en las ciudades. Como es lógico, no es lo mismo pasar tres meses encerrado en treinta metros cuadrados que en doscientos, pero es una cuestión que viene de tiempo atrás. Aún es pronto para saber si ha aumentado ese deseo, pero creo que la pandemia sí ha puesto sobre la mesa que quizá sea el momento de replantear ciertas prioridades. Las cuestiones serán, de nuevo, las que eran antes del coronavirus: ¿estamos dispuestos a renunciar a ciertos servicios y comodidades, al estilo de vida urbano, y volver al pueblo, donde hoy por hoy no los hay? ¿Queremos trasladar la ciudad al campo o adaptar nuestra vida al ritmo y la realidad del mundo rural? Serán decisiones individuales y que tendrán que ver con las prioridades y el plan de vida de cada uno, pero en las que influirán las políticas públicas que se sigan durante los próximos meses y años.

RRN: Si la gente quisiera hacer esa vuelta o migración ahora… ¿Qué condiciones deben darse para que sea satisfactoria?

GB: Siendo realistas, el mundo rural arrastra, en general, un abandono de décadas que no va a poder revertirse en un corto plazo de tiempo. Es ingenuo pensar que puede arreglarse en unos pocos meses. Si queremos que eso cambie, en mi opinión, el primer paso es devolver al mundo rural las infraestructuras de las que se le ha ido despojando en los últimos años. Hay muchísimo trabajo por delante para garantizar la educación, la sanidad, las comunicaciones, el transporte público, el acceso a internet a una velocidad aceptable… Y, por supuesto, también hay que fomentar la creación de empleo en el propio medio rural, y el teletrabajo, que no podrá ser real ni factible hasta que se garantice todo lo anterior. Es una labor titánica que requiere de enormes inversiones, pero sobre todo de planificación y voluntad.

RRN: En el artículo se refleja la dificultad de que las ayudas y la información rural lleguen a los distintos actores (Ayuntamientos, interesados, asociaciones, ciudadanía, etc). Para la Red Rural Nacional es muy importante la labor de los Grupos de Acción Local para unificar dicha información. ¿Conoces o sabes de alguna otra vía de centralización y/o difusión de dicha información?

GB: En la mayoría de los pueblos la información fluye más rápidamente o de forma más efectiva entre los vecinos. El tejido asociativo del medio rural es muy eficaz –asociaciones culturales, de mujeres…–, también porque se cuenta con una ventaja que no siempre hay en las ciudades: la cercanía y la capacidad de llegar más fácilmente a gente que conoces o con la que tratas. Eso también ha quedado claro con los movimientos vecinales y de apoyo que hemos visto durante la pandemia. La política local es muy eficaz y tiene una gran capacidad transformadora.