15 de Junio de 2017
El informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) realiza una aproximación a los desafíos a los que la agricultura y los sistemas alimentarios se enfrentan en el presente y en el futuro.
15.06.2017
La pregunta clave que plantea este informe es si, en un futuro, los sistemas agrícolas y alimentarios mundiales serán capaces de satisfacer de manera sostenible las necesidades de una creciente población mundial.
Se calcula que para 2050, la humanidad podría alcanzar la cifra de los 10.000 millones de personas (actualmente somos más de 7.500 millones). Si nos situamos en un escenario de crecimiento económico moderado, este aumento de población impulsará la demanda mundial de productos agrícolas en un 50 % más sobre los niveles actuales. Con el crecimiento económico se prevé que haya más personas consumiendo menos cereales y mayores cantidades de carne, frutas, hortalizas y alimentos procesados, resultado de una transición en curso de los hábitos alimentarios a nivel global que seguirá añadiendo mayor presión a los recursos naturales ya escasos.
El documento identifica las tendencias y los desafíos que afectan a los sistemas alimentarios mundiales y plantea un reto principal, al que nos deberemos de enfrentar en el futuro: producir más con menos.
Según el informe, el mundo tendrá que cambiar a sistemas alimentarios más sostenibles que hagan un uso más eficiente de la tierra, el agua y otros insumos. También será necesario reducir el uso de combustibles fósiles y conseguir disminuir el nivel de los residuos. Esto exigirá más inversiones en sistemas agrícolas y agroalimentarios, así como un mayor gasto en investigación y desarrollo para promover la innovación, apoyar el aumento sostenible de la producción y encontrar formas mejores de abordar cuestiones como la escasez de agua y el cambio climático.
Los autores urgen a pensar a largo plazo teniendo en cuenta todas las variantes: cambio climático, aumento de población, recursos naturales con los que contamos... Animan a una profunda transformación en los sistemas agrícolas, las economías rurales y la gestión de los recursos naturales, para poder hacer frente a los múltiples desafíos del futuro y aprovechar todo el potencial de la alimentación y la agricultura garantizando un futuro sostenible para todo el planeta y para los que vivimos en él.