Desarrollo Sostenible en Imágenes

“Cada persona es importante en la comunidad, más en un pueblo pequeño”. Eli Garmendia y Carlos Pericás reflexionan así sobre los habitantes rurales a los que vienen fotografiando desde hace un año en los pueblos que jalonan su proyecto Retrato Nómada. Lo cuentan con un entusiasmo contagioso desde la ‘Bitxa’, la veterana autocaravana Hymer-Mobile de 1982 que les sirve de hogar, medio de transporte y estudio fotográfico rodante. Antes trabajaban en proyectos más sedentarios, de tipo artístico o publicitario, que aún mantienen, pero las ganas de vivir y fotografiar de un modo más minimalista los hizo lanzarse a la carretera.

En cada parada el proceso es similar, pero siempre supone una celebración, también para ellos mismos, como demuestran sus estupendas crónicas visuales. Aunque el pueblo está avisado de la llegada de estos modernos fotógrafos ambulantes, son más el ‘boca a boca’, los wasaps y las fotos que van exponiendo en el lateral de la ‘Bitxa’ lo que hace ir creciendo el interés. Al final pasa –y posa– buena parte de los vecinos, que se llevan gratuitamente su foto; una copia queda en el Ayuntamiento. “El trabajo es muy etnográfico, no buscamos hacer imágenes muy espectaculares, ni remarcando arrugas… Buscamos más la naturalidad de cada persona, con su potencia, su mirada”, explica Garmendia.

Este proyecto “sobre la memoria y la identidad” aspira a seguir creciendo: “estamos abriendo nuevas líneas, como aprovechar la visita para ayudar a hacer un rescate de fotos antiguas que tengan, o que ellos mismos cuenten algo que sume al retrato”. La imprescindible financiación –a través de encargos de diputaciones y ayuntamientos– no cubre, a veces, algunas paradas intermedias: “de camino al siguiente encargo acabamos de hacer gratuitamente Tejerizas y Señuela, dos pueblos de menos de veinte habitantes, en Soria”. Una apuesta para alimentar el archivo y llegar a sitios muy pequeños: “es nuestro granito de arena”.