Las 140 páginas de Génesis, última publicación del recientemente fallecido Edward O. Wilson, quizá puedan saber a poco a los conocedores de sus grandes obras, como Sociobiology (1975) o Sobre la naturaleza humana (1978), pero su accesibilidad y rigor las convierten en una excelente oportunidad para acercarse al pensamiento de este naturalista, el más reconocido del siglo XX, padre del concepto biodiversidad y de la sociobiología.
“¿Cómo pudo surgir el altruismo por selección natural?”, plantea Wilson. El libro es su respuesta, desarrollada con múltiples ejemplos de organización de especies en sociedades, por un proceso evolutivo marcado por genes que predisponen a sus individuos a conductas que van en beneficio del grupo antes que de sí mismos. Hábilmente, expone primero conceptos elementales como “heredabilidad” o “impronta” –la predisposición genética a responder a un estímulo, como la de los gansos tras romper el cascarón y reconocer lo que primero ven como su “madre”– y luego pasa a otros más complejos, como “modularidad” –la tendencia de los sistemas biológicos a dividirse en grupos cooperadores, como hacen los estorninos– o la ya más infrecuente, pero exitosa, “eusocialidad” de hormigas y hombres –definida por la cooperación y división del trabajo entre sus miembros, donde cada uno sabe cuándo cooperar y cuándo competir–.
Una modulación genética sobre el ambiente y el tiempo no exenta de poesía en el caso del Homo sapiens. Wilson explica al final de esta clase magistral algo que fue esencial para el desarrollo de su volumen craneal: la socialización en torno al fuego, cada noche, para oír y contar historias.
Edita: Editorial Crítica 2020 / 160 páginas / PVP: 20,90 euros.
Una mínima sensibilidad hacia el medio natural basta para sentir la trascendencia vital y temporal de un bosque. A nadie extraña que sus árboles más grandes, símbolos de la fuerza y la perdurabilidad, fueran los altares de las religiones druídicas. No obstante, y sin formación forestal, qué poco o superficialmente se conocen, especialmente aquellos aspectos derivados de su condición “social”.
Este libro es una excelente oportunidad para acercarnos a sus hábitos de crecimiento, adaptación, reproducción –¡y comunicación!– ; y para entender el bosque como un macro entramado que, ante algunos estímulos ambientales, funciona casi como un superorganismo. Académico y accesible a un tiempo, es la propia anatomía arbórea la que perfila su estructura. Desde el capítulo inicial, Echando raíces; pasando por los intermedios Por las ramas, Hojeando o De flor en flor; hasta el brillante colofón de Lo difícil de las relaciones, el lector se adentra en su excepcional diseño evolutivo, ayudado por abundantes ejemplos de adaptación y acertadas analogías: “En el medio forestal también existe el internet del bosque, en este caso Wood Wide Web, ya que los hongos conectan a todos los componentes del ecosistema forestal; lo oculto, lo que pisamos, sostiene lo que podemos ver”.
El rigor expositivo se extiende a las estupendas fotografías, que muestran detalles de los mecanismos morfológicos y fisiológicos, y evitan la imagen bella, pero inconcreta, del típico paisaje de postal. En definitiva, una lectura amena y de gran valor formativo, para mirar el bosque con ojos más sabios.
Edita: Guadalmazán 2021 / 298 páginas / PVP: 19 euros.
Cambio climático, encarecimiento creciente de la extracción de petróleo y gas, mayores costes de producción, escasez de plásticos, de agua, de fertilizantes, de productos agrícolas… son problemas que se retroalimentan y definen una crisis sistémica, coadyuvada primero por la covid y ahora por la guerra de Ucrania (consecuencia y causa, a un tiempo). ¿Vivimos un otoño de la civilización? Juan Bordera y Antonio Turiel construyen con sus artículos este ensayo sobre el “colapso” del sistema, y apuntan sus motivos: la estructura económica y la desigualdad.
Su primera parte incide en los dictámenes del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU. Pero no solo en sus datos, demoledores y bien conocidos, sino en las filtraciones del año pasado, que revelaron las modificaciones que sufren por lobbies y gobiernos, y han motivado un posicionamiento activista de muchos científicos, hartos de que se ignore la emergencia (véase su manifiesto de Scientist rebellion). La segunda parte —Se acabó la energía barata— aborda los frentes derivados de la actual situación de carestía energética y alza de precios, señala la quimera del discurso tecno utópico salvador (coto de “negocionistas”, promotores de un nuevo pelotazo financiero a base de dudosos parques eólicos y fotovoltaicos), y apunta a la reducción drástica del consumo energético y a la necesidad de cambios estructurales profundos como vías para volver a los límites biofísicos del planeta y amortiguar la caída. "El decrecimiento es inevitable”, sostienen; “lo único que podemos escoger es cómo, pero vamos a decrecer por las buenas o por las malas [...] Planifiquemos el inevitable descenso”.
Edita: CTXT 2022 / 158 páginas / PVP: 16 euros.