• La estrategia, “De la granja a la mesa” forma parte del Acuerdo Verde Europeo, la hoja de ruta de la UE para hacer sostenible la economía en la UE
• Su objetivo es hacer que los sistemas alimentarios sean justos, saludables y respetuosos con el medio ambiente.

Dichos acuerdos son, por un lado, la “Estrategia sobre la biodiversidad” y, por otro, la “Estrategia de la granja a la mesa”, en pro de un sistema alimentario equitativo, sano y respetuoso con el medio ambiente. Las dos estrategias se refuerzan mutuamente, ya que aúnan la naturaleza, los agricultores, las empresas y los consumidores en beneficio de un futuro sostenible y competitivo.

“De la granja a la mesa”

La actual crisis de la COVID-19 ha puesto de manifiesto la dependencia de la sociedad de la cadena de alimentos. Los sistemas alimentarios no pueden ser resistentes a una pandemia si no son sostenibles. Actualmente, la cadena alimentaria representa casi un tercio de las emisiones mundiales de gases de infecto invernadero (GEI), consume grandes cantidades de recursos naturales, produce pérdida de biodiversidad e impactos negativos en la salud y no permite rendimientos económicos justos para todos los actores de la cadena, en particular para los productores primarios.

De ahí que la transición hacia un sistema alimentario sostenible haya de pasar necesariamente por:

• Alimentos con impacto ambiental neutral o positivo: han de ayudar a mitigar el cambio climático y adaptarse a sus impactos, así como revertir la pérdida de biodiversidad
• Garantizar la seguridad alimentaria, la nutrición y la salud pública, asegurándose de que tod@s tengan acceso a alimentos suficientes, seguros y nutritivos.
• Han de ser asequibles, a la vez que deben generar rendimientos económicos justos.

Medidas concretas

La estrategia establece iniciativas regulatorias y no regulatorias, con las políticas agrícolas y pesqueras comunes como herramientas clave para apoyar el nuevo modelo. Así, la Comisión Europea presentará una propuesta de marco legislativo para sistemas alimentarios sostenibles para apoyar la implementación de la estrategia y el desarrollo de una política alimentaria sostenible.

¿En qué aspectos concretos se fijan las nuevas medidas?:

• Pesticidas

​- Reducción de un 50% en el uso de pesticidas químicos para 2030.

• Exceso de nutrientes

- Reducción de las pérdidas de nutrientes en al menos un 50%, al tiempo que se garantiza que no se deteriore la fertilidad del suelo.

- Reducción del uso de fertilizantes en al menos un 20% para 2030.

• Antibióticos

- La Comisión reducirá en un 50% las ventas de antibióticos para animales de granja y acuicultura para 2030.

• Agricultura ecológica

- La Comisión impulsará el desarrollo de la agricultura ecológica de la UE con el objetivo de lograr el 25% del total de tierras agrícolas en agricultura ecológica para 2030.

Pero, además de las cuestiones legislativas… ¿Cómo conseguir que la población tome conciencia sobre un sistema alimentario sostenible?:

• Creando un entorno saludable: se estima que en 2017 más de 950.000 muertes  en la UE fueron debido a dietas poco saludables (una de cada cinco). Hay que concienciar sobre el riesgo de enfermedades mortales por mala alimentación.
• Impacto ambiental: etiquetado de alimentos para que los consumidores puedan elegir dietas saludables. Para ello, se propone un etiquetado nutricional obligatorio en el frente del envase que desmenuce los aspectos nutricionales, climáticos, ambientales y sociales de los productos alimenticios.
• Evitar el desperdicio de alimentos: la Comisión propondrá objetivos legalmente vinculantes para reducir el desperdicio de alimentos en toda la UE para 2023. Y para 2030, reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita a nivel minorista y de consumo. 
• Investigación e innovación: la transferencia de conocimiento es esencial. La UE invierte 10.000 millones de euros en el programa “Horizon Europe” para invertir en proyectos de Investigación + Innovación relacionados con agroalimentación. 
• Imagen global de marca UE: hacer que la comida europea sea famosa por su sostenibilidad añade ventaja competitiva y abre el mercado a los agricultores europeos. Por ello, la UE colaborará con terceros países y actores internacionales para apoyar un movimiento global hacia sistemas alimentarios sostenibles. 

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