• La RRN habla con Marta Lozano Molano, recién nombrada una de las 100 mujeres líderes de cooperativas del mundo

Su creatividad musical está ahora encauzada en el campo de la economía social y solidaria, siendo presidenta de la cooperativa Wazo Cop, una entidad constituida como organización sin ánimo de lucro desde la cual, junto a sus dos socios, se ocupa de generar impacto positivo en el medio rural.

Es esta andadura la que le ha valido para ser reconocida como una de las “100 mujeres líderes en cooperativas” a nivel internacional por la organización mundial en defensa de las mujeres en las cooperativas She-Coops (Nigeria). Este título reconoce la excelencia en el liderazgo en iniciativas con impacto positivo en el medio en el que operan.

Red Rural Nacional: Felicidades y enhorabuena Marta. ¿En qué momento llega este reconocimiento?
Marta Lozano: Muchas gracias. Llega justo en el momento en el que nuestra cooperativa está sentando las bases jurídicas de una figura hasta ahora inexistente y no reconocida legalmente en Extremadura: el de las cooperativas sociales sin ánimo de lucro. Así, nuestra cooperativa ha pasado de ser de trabajo asociado a cooperativa de iniciativa social con unos estatutos hasta ahora inéditos en la comunidad extremeña: reconocer a una cooperativa como entidad social sin ánimo de lucro.

RRN: ¿A qué se dedica específicamente Wazo Coop?
ML: A generar impacto positivo en el medio rural a través de la innovación social. Así, desarrollamos proyectos para que las personas se empoderen y ellas y ellos sean quienes generen recursos en sus comunidades rurales. Nuestros proyectos son de dos tipos: de economía social y solidaria y de economía patrimonial y cultural. En los pueblos hay mucha cultura y patrimonio que conservar.

RRN: ¿Cómo y por qué se decide a fundar una cooperativa?
ML: Nuestra cooperativa – somos dos socios y yo – nace en 2015 para dar respuestas al entorno rural en el que vivimos. Nuestro objetivo era impedir que la gente se tuviera que marchar a cumplir sus sueños fuera de donde vivían. Entendimos, y esta fue nuestra base fundacional, que las personas que vivimos en núcleos rurales teníamos que dejar de convertirnos en víctimas y de pedir auxilio para empezar a ofrecer soluciones y alternativas. Al final, el espíritu cooperativista reside en dejar de pedir, para empezar a ofrecer. 

RRN: ¿Qué proyectos desarrolláis en Wazo Coop?
ML: Actualmente, tenemos 2 proyectos concretos entre manos. El “Proyecto DESOPAEX”, que es para el desarrollo sostenible del Patrimonio Extremeño. Es un proyecto con miras a 2030 que se encarga de poner en valor el patrimonio tangible e intangible de las áreas rurales de Extremadura, siempre bajo el marco de la economía social y solidaria. Y luego ejecutamos el “Proyecto Raíces”, que se dirige a salvar estrictamente el patrimonio de Extremadura, y para el cual se ha elaborado el manual “Arte en ruinas”. 

RRN: ¿Qué papel juegan las cooperativas en el desarrollo rural actualmente? 
ML: Pues juegan el papel que ellas quieran jugar. Si lo desean, pueden ser motor de cambio. Una cooperativa puede sonar a antiguo hoy día, pero para nosotros, los valores de una cooperativa son los de unión, solidaridad y equidad, y estos valores no deben jamás pasar de moda. Los límites de las cooperativas los ponen sus integrantes, y en esa unión nace la fuerza. Si se lo propone, una cooperativa puede ser un impulso para el desarrollo rural. Nuestro lema es que hay que cooperativizar el cambio. 

RRN: ¿Qué dificultades os está planteando la pandemia en la cooperativa?
ML: Nos plantea retos como la digitalización del trabajo, que la entendemos como una oportunidad de libertad e independencia para las zonas rurales que estamos aisladas físicamente y que ahora sí tenemos la oportunidad de estar conectadas al resto del mundo. 

RRN: ¿Observas algún cambio de actitud respecto al mundo rural debido a la pandemia?
ML: La pandemia está provocando que el entorno urbano sea consciente de algo que ya sabía: en el ámbito rural hay mayor calidad de vida. Además, está sirviendo para descentralizar la atención sobre lo que pasa en las ciudades. En los pueblos también suceden y pasan muchas cosas que merecen ser narradas y contadas al resto del mundo.