La ganadería extensiva proporciona un gran número de ventajas sociales, ecológicas y ambientales. Sin embargo, se enfrenta a numerosos problemas que dificultan su sostenibilidad económica y, sin ella, difícilmente habrá ganaderos ni ganadería extensiva con todos sus beneficios. La digitalización del manejo del ganado puede ayudar a mejorar la calidad de vida de los ganaderos, aumentar su rentabilidad y la eficiencia de su gestión. A ello se han aplicado los grupos operativos Ixorigué y Siega.
Una de las ganaderías que está aplicando nuevas tecnologías es Pilar del Tiétar. Tiene 157 animales repartidos por distintas fincas a las faldas de la cara sur de la sierra de Gredos, en el valle del Tiétar, entre las provincias de Ávila y Toledo. Treinta y siete reses portan un collar que le permite al ganadero saber dónde están, el recorrido que hacen a diario, el ritmo al que caminan, sus pulsaciones y su temperatura, lo que ayuda a conocer si un animal está enfermo, se ha dañado o ha sido atacado por fauna salvaje; controlar los periodos de celo y la cubrición para obtener una mayor eficiencia o si se ha puesto de parto y necesita ayuda; además de tener controlados a los animales dentro de la finca y evitar que se pierdan en el monte. Toda esta información la proporciona el collar y se envía a la central de la empresa, donde se procesa y se avisa al propietario de cualquier anomalía que afecte a su ganado.
Poder ubicar en todo momento a los animales, que pueden alejarse mucho cuando pacen, es una ventaja muy valorada por los ganaderos. (Foto: Angel Muñiz López).
Acollarando ovejas con dispositivos localizadores antes de abrirles el cercado. (Foto: GO Siega).
Teledetección por satélite. El visor del GO Siega da a los ganaderos información sobre sus pastos: biomasa, agua, Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (revelador de la salud del pasto), y contenido en nitrógeno. Con ella pueden decidir mejor dónde debe pastar su ganado. (Foto: ESA).
