En la era de la hipercomunicación lo que no se comunica no existe, pero la excesiva variedad de canales y medios disponibles exige acertar con la elección de los más adecuados, el tipo de mensajes, la forma y el momento en el que se transmiten. Los grupos operativos de este reportaje son un buen ejemplo de cómo hacer una comunicación que dé valor a su compromiso ambiental y a los productos que desarrollan, ante un mercado en el que cada día hay más consumidores conscientes y responsables.
El grupo operativo CO2 Label tenía dos objetivos en su proyecto: promover la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en el sector agroalimentario, a través del cálculo de su huella de carbono, y mejorar su competitividad mediante el uso de ecoetiquetas para diferenciar su producto en el mercado.
La relación de la agricultura y la ganadería con el cambio climático va en las dos direcciones: contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero y sufre las consecuencias del aumento de temperatura en la Tierra. La nueva Política Agrícola Común (PAC) tiene entre sus objetivos contribuir a la lucha contra el cambio climático, sin reducir la capacidad de producción y sin que suponga una pérdida de competitividad del sector. Por otra parte, el mercado demanda cada día más productos naturales y respetuosos con el medio ambiente. Así que hay que definir la fórmula que permita producir mejor, más limpio y eficiente, y darle un valor añadido al producto que sale de ese compromiso ambiental. CO2 Label encontró las dos variables de la ecuación en el cálculo de la huella de carbono y en una ecoetiqueta que la muestre.
Los consumidores son cada vez más conscientes de lo que compran y quieren saber cómo ha sido producido y su impacto social y ambiental.
Micropack ha diseñado para Can Garús estas tarrinas para venta en supermercados. Al sustituir el plástico por cartón reciclado reducen su volumen un 25 % y pueden agruparse en un embalaje secundario que ahorra espacio y transportes. (Foto: Micropack).
María Eugenia Hernández. El análisis big data que ha liderado el Clúster Aragonés de Alimentación con la ingente terminología relacionable con comida en redes sociales ha ayudado a sus empresas a llegar a unos “consumidores que cada día asocian más salud y alimentación”. (Foto: Arturo Gascón, Cámara Zaragoza).
