Está presente en textos y acciones de organizaciones rurales y agrícolas, de centros tecnológicos, de las instituciones de la Unión Europea y de gobiernos. Se llama agricultura de carbono y tiene un triple objetivo: almacenar carbono en el suelo, adaptarse a las condiciones del cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. El gran reto es que, a su vez, todo ello resulte viable y rentable para el medio rural y las explotaciones agrícolas y ganaderas. Los resultados de algunas prácticas y proyectos indican que sí lo puede ser, y además tener beneficios para la protección del suelo y la biodiversidad.
“El uso de cubiertas vegetales espontáneas, que crecen de manera natural, reduce hasta ocho veces más la erosión de los suelos que el laboreo tradicional en viñedos de la Rioja Alavesa”. Esta es una de las conclusiones presentadas por el centro tecnológico Neiker derivadas del trabajo en Álava del proyecto europeo Interreg SUDOE MontClima, que tiene como finalidad la protección de suelos frente al cambio climático en áreas de montaña de España, Francia y Portugal.
Casi a la par que esta comunicación de Neiker, en julio de 2022, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) sacaba a consulta pública el real decreto que regulará los pagos directos y la solicitud única anual de ayudas de la nueva Política Agraria Común (PAC), incluidos los vinculados a los ecorregímenes. Estos totalizan 1.107 millones de euros anuales y se agrupan en dos bloques: agricultura de carbono y agroecología. En la primera se incluye precisamente como práctica el uso de cubiertas vegetales o inertes en los cultivos leñosos (como los viñedos), además de prácticas de pastoreo extensivo en superficies de pastos y rotaciones de cultivos y siembra directa en tierras agrícolas.
El proyecto Montclima ha estudiado la influencia positiva de las cubiertas vegetales espontáneas en viñedos de la Rioja Alavesa. (Foto: Montclima)
Mandarinos junto a herbáceos como caupí o veza. Los estudios de Diverfarming analizan el aumento del carbono orgánico en estos suelos en comparación con manejos convencionales. (Foto: Diverfarming)